fbpx El futuro del trabajo en la agenda | AEBU

El futuro del trabajo en la agenda

Tiempo de lectura
4 minutos
Leido hasta ahora

El futuro del trabajo en la agenda

Publicado en:

La Comisión Técnica Asesora de nuestro sindicato investigó sobre el impacto de la tecnología en el sistema financiero y hará una presentación de los resultados el jueves 5 de octubre.

El equipo de la CTA, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay (FES), comenzó indagando sobre los pasos del sindicato en la materia, luego un diagnóstico, para finalmente preguntarse sobre los escenarios posibles a futuro, a partir de la prospectiva, como metodología participativa.

“La foto del momento”

“La primera foto, digamos, fue en el 2019”, explica el economista Aníbal Peluffo. Se buscó hacer un “mapa” de “todas las ocupaciones del sistema financiero”, algo que no existía y por lo tanto “era un insumo muy valioso”. En el proceso estalló la pandemia, por lo que se volvió a recabar información posterior para ver cuáles habían sido los efectos de este fenómeno. 

En ese diagnóstico sobre el presente es una “foto compleja”, donde se pudieron “confirmar algunas tendencias” que se habían observado a nivel internacional. Por un lado, existen ocupaciones del sector que “efectivamente corren más riesgos de ser automatizadas”, pero no necesariamente porque de un momento a otro, sino en un proceso donde “hay tareas que empiezan a perder relevancia o los sistemas de trabajo empiezan a tener tareas que se hacen de forma automática” y “el trabajador debe concentrarse en otras tareas” o “cambian los puestos de trabajo en base a eso”, explicó Peluffo.

Tareas rutinarias, manuales o no, se empiezan a automatizar junto a otras “cognitivas” que son reemplazadas por tipos de automatización o software. Sin embargo, explicó Peluffo, “crecen en importancia tareas no rutinarias” o “cognitivas” donde no se puede sustituir la interacción humana al momento. Estas tareas son las que implican “relacionamiento interpersonal, creatividad o empatía”. 

“Es muy difícil” sustituir la “tranquilidad o confianza” que brinda una persona a otra sobre su “situación financiera” o de lo que espera de un intercambio en varias situaciones. En definitiva, existe una sustitución de tareas y a la vez “prevalecen otras en las que los trabajadores que empiezan a predominar son los que tienen mayores calificaciones”, buen “desempeño” o “aptitudes” para esas tareas.

La mirada al futuro

La prospectiva es una metodología participativa. “Básicamente lo que busca la prospectiva es pensar a largo plazo diferentes futuros que pueden llegar a ocurrir”. A partir de esto, se identifica un futuro “deseable” y “qué tipo de acciones se pueden adoptar” para alcanzarlo.

Justamente por esto no es una herramienta para “adivinar el futuro” o “predecirlo” sino poder prever “un abanico de futuros posibles, identificar el deseable y cómo se puede llegar a él”. 

Este ejercicio de prospectiva permitió al sindicato “salir un poco quizás de los asuntos más urgentes” para “pensar que era una mirada más a largo plazo sobre diferentes acciones y medidas a adoptar en materia del cambio tecnológico”.

Durante el proceso se realizaron talleres con afiliados de “diferentes ocupaciones” dentro del sistema financiero, explicó Federico Lacaño, licenciado en Desarrollo. La dinámica se realizó junto a la consultora Triángulo, especializada en prospectiva.

En primer lugar, se definió el “foco prospectivo”, una pregunta que guía todo el ejercicio y permite “identificar los factores clave” que se “consideran durante todo el ejercicio”. En conjunto, también se decidió “considerar el género como elemento transversal”, para ver “cómo impacta la tecnología” con esta variable y que es algo en lo que el diagnóstico también “profundizó”. Otro de los elementos transversales considerados fue el medio ambiente.

En la siguiente instancia, el taller buscó hacer un diagnóstico. Si bien es algo en lo que la CTA venía trabajando desde hace años, “este fue un diagnóstico más participativo” con los trabajadores que participaron en la metodología. En este taller se identificaron “tendencias que ya venían ocurriendo” y “otras señales” para realizar un seguimiento y ver si se convierten en tendencia.

“Construir escenarios futuribles” fue el cometido del tercer encuentro. Así se llama en esta metodología a una combinación de “futuros” y “posibles”. Se imaginan escenarios potenciales, optimistas y pesimistas así como disruptivos. En este “abanico” de escenarios diferentes, durante la cuarta instancia se definió “un escenario normativo estratégico”, como “al que se quiere llegar”, continuó Lacaño, “por diversos factores”.

En última instancia, se definió una “agenda estratégica”. Identificado el “escenario deseable” esta estrategia describe “cuál es la serie de acciones que se pueden adoptar para alcanzarlo”.

En los encuentros participaron afiliadas y afiliados a AEBU, de acuerdo a la definición de que fuera un “equipo representativo” de “diferentes ocupaciones dentro del sistema financiero”, ya que los efectos de la tecnología son diferentes. También se buscó abarcar otras características como de diferentes edades, hombres y mujeres, de Montevideo y del interior del país.

Algunas de esas definiciones en la agenda estratégica tienen que ver con que el sindicato siga de “más cerca estos fenómenos de incorporación tecnológica” y “pueda ir incidiendo cada vez más desde la perspectiva de los trabajadores en estos procesos”.

Justamente por estas definiciones se entiende que también es importante darle continuidad a la generación de conocimiento sobre el tema y “no sacar una foto cada determinados años”, dijo Peluffo. Por eso desde la CTA se está trabajando en “el siguiente paso que es un observatorio de la incorporación de tecnología en el sistema financiero, que está en construcción, pero lo estamos trabajando ahora bastante”.

“A modo de adelanto es eso. Se hizo un diagnóstico bien profundo, lo más profundo que pudimos. Se usó la herramienta de la prospectiva para tratar de mirar hacia adelante y ver qué acciones podemos tomar en el presente para llegar a un futuro razonablemente deseable. Entre esas herramientas está esto que estamos trabajando, pero hay mucho más para discutir. Hay elementos sobre cómo se podría perfilar el sindicato en sus actividades . Hay elementos sobre cómo podría el sindicato afrontar temas de regulación, temas de cómo los usuarios se relacionan con el sistema financiero, de educación financiera, etc”. 


El informe “Los sindicatos y su papel en la revolución tecnológica. El caso de AEBU” se encuentra disponible y será presentado públicamente el próximo jueves 5 de octubre.