Como anteriormente informáramos, el punto de partida del conflicto fue la resolución del consejo de salarios tomada en el mes de agosto, basada en una propuesta de reducción salarial efectuada por el Gobierno y apoyada por la patronal bancaria.

La pauta salarial aprobada significa una pérdida de salario real para los trabajadores y se da en un sector —bancos, tarjetas y procesadoras— en el que todas las empresas han tenido ganancias, que se mantienen aún teniendo en cuenta la devaluación producida desde marzo, cuando se inició este Gobierno. 

AEBU sostiene que en esta oportunidad no está reclamando un aumento del salario real, sino que se moviliza solamente para que sea mantenido su poder adquisitivo. El sindicato se ha visto obligado a hacer esta precisión porque en algunos medios se ha señalado que lo que se reclama es un incremento. La pauta aprobada por el Gobierno y las patronales implica que la parte del salario perdida por los trabajadores engrose las utilidades de los bancos para que estas sean derivadas al exterior. Como consecuencia este dinero no será gastado en nuestro mercado interno, tan necesitado de una redinamización.