Leo Maslíah tal cual es
El impar músico uruguayo mantuvo una extensa entrevista en el programa La Trama de Radio Camacuá en el ciclo conmemorativo de los 50 años del edificio sede de AEBU.
Maslíah nunca actuó en Sala Camacuá, pero sí conoció nuestro escenario y lo frecuentó durante la dictadura. En la entrevista realizada por los periodistas Irene Rügnitz, Ignacio Álvarez e Ignacio Ramos narró que en 1974, junto a unos amigos, intentaron montar una puesta teatral de los Poemas de la oficina de Mario Bennedetti, obra que nunca llegó a representarse. Su comentario reflejó la asfixia cultural que entonces se vivía: «Era un respiro en aquellos momentos poder escuchar esos poemas en este lugar».
El músico narró en La Trama sus precoces inicios musicales a los seis años, frente a un piano. Confesó su satisfacción y se felicitó por haber tenido a su alcance desde esa edad un instrumento que lo atraía tanto. Tras largo tiempo de aprendizaje debutó públicamente a los 20 años en la interpretación de composiciones clásicas.
En 1978 fue cuando cantó sus primeras canciones en la Sala Pocitos de Cinemateca —recordó— e inició una carrera que lo transformaría en el compositor y ejecutante que hoy conocemos. En esos años «se creó una corriente de público muy grande y muy rápido». Como respuesta el régimen «inició una censura bastante fuerte contra cualquiera que organizara un concierto, un recital o un festival». Ello lo llevó a apuntar distintas situaciones ridículas generadas en ese control arbitrario sobre la libertad de los artistas. Por ejemplo, los organizadores de los espectáculos «tenían que presentar tres copias de las letras que se iban a cantar, más allá de que la semana anterior esas letras ya hubieran pasado por la censura de la Policía».
Entre los numerosos temas tratados Maslíah se extendió sobre su vida trashumante: recientemente volvió de Colombia y se prepara para viajar a Argentina. Primero irá a Neuquén, luego actuará en Buenos Aires y tiene previstas presentaciones en Santiago de Chile para el mes de octubre. Profundizó luego sobre su actuación en las dos orillas del Río de la Plata, un movimiento pendular que inició en 1982 y que hoy continúa con gran intensidad.
También se refirió a su actividad literaria y teatral como autor, director y aún como actor, para mostrar que su figura es polifacética y por ahora no conoce límites, al menos en el terreno artístico.
Como cierre de la entrevista Leo tuvo la amabilidad de interpretar al piano una de sus composiciones y puso así un broche musical a su presencia en nuestra casa.
