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La ley de inclusión financiera aporta democracia al sistema financiero. De alguna manera obliga a los bancos a tratarnos por igual y que seamos tan clientes quienes viven de un sueldo como quienes tienen mucho dinero.

Hay una reacción de la derecha y los poderosos en contra de una ley que la obligatoriedad que pone es que todas las transacciones y negocios estén registrados electrónicamente. Esto incomoda a quienes seguramente antes no registraban todos sus negocios.

En todo caso, a quienes molesta es a quienes quisieran que los bancos fueran exclusivamente para quienes tienen plata y los poderosos que no quieren que les controlen sus ganancias.