La situación de las ollas populares en nuestro país, lejos de solucionarse, está atravesando un momento crítico, pese a que los efectos de la pandemia parecen haber quedado atrás. La Coordinadora Popular y Solidaria (CPS) nuclea a más de 200 ollas y merenderos que todavía funcionan, y hay muchas más por fuera de esta organización.

"Pasamos de 90 o 100 personas a recibir de 120 a 150 vecinos por día", contó Cecilia Sarasola, integrante de la CPS, en entrevista con Radio Camacuá.  "Cada persona que se arrima, representa más porciones que lleva para su casa", explicó Sarasola, por lo que se estima que 500 personas se alimentan diariamente solo en una olla.

"La situación sigue siendo muy crítica. No tiene que ver con la pandemia, sino que hay muchísima gente que está sin trabajo o que las 'changas' que tenían están siendo muy mermados o dejaron de existir", explicó Sarasola, quien también explicó el fenómeno a causa de "la suba de la canasta básica".

Desde el Gobierno no han tenido respuestas de ningún tipo, denuncian desde la CPS. "El último contacto que tuvimos fue el retiro de insumos a merenderos por parte del Mides, ni nos recibieron ni nada", relató Sarasola, agregando que han varias ollas han sufrido persecución y hostigamiento del ministerio mediante "preguntas, inspecciones y un montón de cosas".

Consultada sobre hasta cuándo podrán los vecinos sostener esta situación, la vocera de la organización señaló que es algo que se cuestionan permanentemente. "Quienes estamos ahí cocinando todos los días, tenemos la certeza que sigue siendo necesario. Hace falta darse una vuelta por una olla de barrio cualquier día de la semana, para dase cuenta que los planes de alimentación del Gobierno están siendo ineficientes", señaló.

"No sabemos hasta cuándo vamos a poder aguantar y resistir. Estamos apostando a seguir organizados y gestando solidaridad en los barrios de la forma que sea y con los medios que sea", concluyó Sarasola.

Escuchá la entrevista completa en Radio Camacuá.