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El tiempo somete a prueba nuestro esfuerzo solidario con compañeras de Riloman

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El tiempo somete a prueba nuestro esfuerzo solidario con compañeras de Riloman

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Entrevista a MARTÍN ERNIAGA, consejero central de AEBU.

MANUEL MÉNDEZ – Hoy estaremos hablando sobre la cooperativa de servicios conformada por las ex compañeras de Riloman. El sindicato bancario está realizando un gran esfuerzo hasta que las compañeras puedan ingresar directamente al mercado laboral. ¿Cómo está funcionando el trabajo?

MARTÍN ERNIAGA – Estamos en un momento difícil, fundamentalmente fruto de la enorme demora que ha tenido la instalación de República Microfinanzas, el objetivo hacia el que pretendemos conducir a este colectivo. Hace más de dos años que estamos con esta solución resuelta por el Poder Ejecutivo y el BROU, y visualizada como solución para el colectivo de Riloman, pero concretarla ha llevado muchísimo más tiempo que el deseado y del que entendemos necesario para que una empresa como esta esté presente en el mercado.

MM – ¿Cuántos negocios se han concretado y cuántas personas están trabajando en esta cooperativa de servicios?

ME – El total de compañeras del seguro de paro eran unas 190. En una primera selección, Microfinanzas eligió 32 que ya están trabajando y también seleccionó 19 para atender el call-center, pero estas últimas aún no han entrado a trabajar y el sindicato sigue financiando una alternativa de sustento y de cobertura de salud para ellas, al igual que para las 130 restantes.

Se trata de un esfuerzo enorme, que nos está llevando prácticamente todos los recursos que quedaban del fondo solidario formado por la gente que ingresó al Nuevo Banco Comercial y aportó sus despidos. Al día de hoy, este apoyo solidario nos está llevando más de 80.000 dólares por mes.

Lógicamente estamos preocupados por el descenso de los recursos que quedan en el fondo y por las perspectivas reales que se presentan, ante la lentitud que se está dando en el alcance de una solución para que entren a trabajar las compañeras.

A partir de que empezó a funcionar —a principios de este año— la cooperativa ha logrado negocios importantes. Firmamos un convenio con el sindicato del BPS (ATSS), para hacer de gestores de la línea de crédito que el BROU tenía para los préstamos limpiasueldos. Después de unos primeros tropiezos logramos desarrollar esta línea con éxito y firmar un convenio con una empresa que brinda servicios a Prosegur, con lo que aseguramos cerca de 20 puestos de trabajo. También tenemos un convenio con una empresa que hace trabajos de digitación.

Acabamos de concretar la posibilidad de entre cinco y diez puestos de trabajo en Tecnisegur para la tarea de conteo de dinero. Hoy, a las dos de la tarde, tengo una reunión con el presidente de Fucerep, para ver si podemos hacer algún nuevo acuerdo, de modo de generar algún puesto más de trabajo.

El viernes nuestro compañero Carlos Trigo tuvo una reunión con la gente de Cooperativa Bancaria para concretar la venta de servicios. Pero realmente, el enorme problema que estamos teniendo se da en el interior del país: si tuviésemos a todas las compañeras del Interior en Montevideo, sería viable encontrar alguna alternativa laboral aunque no fuera un trabajo permanente.

Creo que todos tenemos que entrar a una etapa de imaginación, compromiso y solidaridad, porque todos sabemos que República Microfinanzas no va a abrir sucursales en todo el país y no va a haber una solución allí para todas las compañeras.

Empieza una etapa diferente, más ardua, de más trabajo e imaginación, que va a requerir el aporte de todos los compañeros del gremio y no solo de los que están más dedicados a la militancia. Entre todos, tenemos que empezar a ver qué posibilidad tenemos de ir arrimando cualquier tipo de alternativa que nos permita cubrir el enorme esfuerzo material que hace el sindicato hoy. Sacar plata de una caja es como sacar agua de un balde: cuando no queda más agua, no sacás más. Esa es una realidad que, aunque no la manejamos para el mes que viene ni para dentro de cuatro meses, los números que hoy tenemos sobre el financiamiento de esta cobertura nos muestran que tenemos un fondo finito. Este fondo se creó en el año 2003 y se usó para la cobertura de la salud de los compañeros durante la crisis y para la capacitación.

Por eso, antes que nada se requiere una comprensión esencial de quienes están percibiendo esa cobertura solidaria. Hay que saber que el fondo es finito y es imposible sustentarlo a este ritmo eternamente. También se requiere imaginación para la concreción de cualquier posibilidad de ingreso que podamos concretar a partir de ahora.

MM – ¿Cuántas compañeras hay en el interior del país?

ME – Unas 110. El trabajo mayor que hizo nuestra cooperativa fue el de los prétamos limpiasueldos para ATSS. Fue un trabajo que se concretó con éxito y generó un ingreso de 100.000 dólares para la cooperativa. Lo realizamos prácticamente que con ocho compañeras en Montevideo. Y ese dinero, junto con el de los demás proyectos que estamos llevando adelante, aportó para sostener esta especie de salvavidas que inventamos para soportar la situación, hasta que comenzara a trabajar República Microfinanzas.

Como ejemplo de la dispersión de las integrantes de la cooperativa, te digo que quedaron sin empleo cinco compañeras en Paso de los Toros, 16 en Melo, 8 en Treinta y Tres y así en otras ciudades del Interior, pero ninguna en Maldonado o Colonia. Y uno se podría imaginar que estas ciudades serían lugares donde podríamos concretar algunos ingresos a empresas del sistema financiero. Es una realidad que no responde a ninguna estrategia empresarial, sino a lo que quedó de una estructura de una empresa que hace ocho años no funciona más.

Seguimos con la convicción que el sindicato siempre ha manejado: tenemos un instrumento para luchar y eso es lo que tenemos que hacer. Luchar para poder permitir que en el transcurso del tiempo, las compañeras que puedan entrar a República Microfinanzas, lo hagan.

También tenemos la realidad de que hay un número de compañeras con más de 55 años. Seguramente, desde el sindicato buscaremos alguna otra alternativa para ellas. Algunas soluciones tienen que ser jubilatorias, aunque les falta edad. Tenemos que ver de qué manera podemos lograr que lleguen a una jubilación. Ese es el desafío enorme que tenemos ahora. Evidentemente, no es de los desafíos más gratos; se trata de inventar y multiplicar los recursos para poder continuar dando una cobertura, y también, del milagro de multiplicar los puestos de trabajo.

Lo máximo que esté al alcance de este sindicato lo vamos a hacer. Ninguna compañera va a quedar tirada sin cobertura. Si alguien que está escuchando la audición tiene la posibilidad de agilizar de una vez este tema, desde ya le exhortamos a que lo haga. Si la salida pasa por el Poder Ejecutivo, por el BROU, por quien sea… que entiendan que este sindicato está haciendo un esfuerzo descomunal, que escapa a la posibilidad y la imaginación de cualquier colectivo organizado en el país. Necesitamos que esto se concrete rápidamente, porque no va a quedar nadie en la calle.

También, si algún compañero de Aebu, en cualquier parte del país, tiene la posibilidad de concretar alguna venta de servicios o de vincularnos con quien los necesite, sepan que van a encontrar en este colectivo un grupo de gente con ganas de trabajar, con capacitación, experiencia y un profundo compromiso con este instrumento.
 

Transcripción: Valentina Roldós