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Tras casi una década de reclamos, el gobierno emprende esfuerzo bancarizador

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Tras casi una década de reclamos, el gobierno emprende esfuerzo bancarizador

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Entrevista a GUSTAVO PÉREZ, presidente de AEBU.

MANUEL MÉNDEZ – El miércoles tuvo lugar una reunión convocada por el BCU, con la Asociación de Bancos y Aebu para discutir sobre bancarización. ¿Qué resultados tuvo el encuentro?

GUSTAVO PÉREZ – Fue una convocatoria largamente esperada y reclamada por Aebu. Seguramente quienes siguen la audición, así como los compañeros del sindicato, saben que es un tema frecuente desde mediados de los 90, desde aquel documento llamado «El sistema financiero, asunto de Estado», donde reclamábamos un foco sobre este pilar de la economía uruguaya que es el sistema financiero. Reclamábamos medidas tendientes a la bancarización, como elemento genérico; medidas que impulsaran, dieran seguridad y acercaran a la sociedad uruguaya, a la persona individual, al trabajador, la familia, la gran, la pequeña y la mediana empresa al servicio financiero.

Esta iniciativa ha reconocido distintas etapas, énfasis, temas… Pero en esta administración y en esta semana, tanto el Ministerio de Economía como el BCU convocaron a los agentes interesados —o más vinculados— a discutir en un clima de diálogo constructivo y hacia un proyecto de ley.

MM – ¿Se va a crear una comisión específica por este tema?

GP – Exactamente. Lo interesante es que todo tiene plazos. El ministro marcó que este trabajo debe ir no más allá de agosto. Es decir que en unos 90 días hay que trabajar. No es una discusión eterna de las cosas que se van a hacer. Habló de 15 días para formar esta comisión, que va a estar integrada en principio por dos representantes de la banca privada, dos de la banca oficial, dos de las administradoras de crédito y dos del sindicato bancario. Se abre aquí la posibilidad de tener una instancia institucional, convocada por el gobierno, con una incidencia muy directa en la iniciativa legal que el ministerio elevará al Parlamento.

Pero también, el elemento de los plazos significa una decisión del Poder Ejecutivo. Si en esta comisión no se llegara a conclusiones porque a alguna de las partes no le interesa o se dilata, el Poder Ejecutivo tomará la iniciativa y enviará el proyecto de ley.

De modo que es un desafío muy interesante y saludamos la idea calurosamente. Participamos con una delegación de los tres consejos de Aebu: el Consejo Central, el consejo de banca oficial y el de banca privada. Fue una delegación de primer nivel, porque entendemos que así lo merece el tema. Así es que se abre una oportunidad real por primera vez para el sindicato, de tener un ámbito donde estarán presentes los bancos, el Poder Ejecutivo, el BCU y el sindicato.

Tendremos que preparar la presentación de Aebu, pero materiales no nos van a faltar. Los compañeros saben que aquí tenemos desde complementación de funciones de la banca oficial —largamente reclamada, para potenciar la presencia y el impacto en el mercado de los bancos oficiales— hasta las medidas que se han ido planteando en torno a la utilización de tarjetas de crédito, pago de sueldos, extensión de servicios a personas físicas (trabajadores), democratización a través de la educación financiera…

Hay una gama de aportes que Aebu ya tiene y tendremos que ver cómo ordenamos y sistematizamos para plantearlos. Pero se trata de un trabajo de años del gremio, de un pasaje por asambleas, plenarios, instancias en el Interior, seccionales, representativas. Sobre estos temas el sindicato ha discutido durante años, a lo largo y a lo ancho. Ahora llegó el momento de sistematizar y ponernos a trabajar en pos de un elemento fundamental para nosotros y la defensa de nuestro trabajo como trabajadores del sistema financiero. Y también es fundamental para que la economía del país vaya siendo más inclusiva, más transparente, democrática, con más posibilidades de acceso a los bienes para el conjunto de la población.

MM – El ministro de Economía, Fernando Lorenzo y el presidente del BCU, Mario Bergara, anunciaron la flexibilización del secreto bancario y el IRPF para depósitos en el exterior, para dar mayor transparencia, equidad y combatir el delito. En este sentido, hubo varias críticas desde la oposición. Desde la Asociación de Bancos, Julio de Brun dice: Históricamente, eso ha sido propio de variantes totalitarias. ¿Coinciden con esta afirmación de Julio de Brun?

GP – En absoluto. En estos días hemos expresado la posición histórica del sindicato en dos sentidos. Nunca estuvimos de acuerdo con un secreto bancario de hierro, que fuera una barrera infranqueable. Hay un elemento que ha quedado despejado y reafirma una posición histórica de Aebu. Es que el secreto bancario abarca exclusivamente a los pasivos de los bancos (es decir, los depósitos; y no los activos, es decir, los préstamos). Al publicar el BCU la información que tiene en la Central de Riesgos —que tiene que ver con las operaciones de crédito en los bancos— ya hay una versión oficial de la autoridad monetaria del país y el regulador, de que los activos de los bancos no están comprendidos en el secreto bancario.

Es importante decirlo, porque en el pasado ha habido incluso jurisprudencia contradictoria sobre el tema. Por lo tanto, la posición histórica de Aebu está reafirmada. En cuanto al secreto sobre los depósitos, siempre sostuvimos que debe haber una reserva y una confidencialidad necesaria, que proteja la información. Pero esa protección no puede servir para ocultar delitos ni lavado de dinero o dinero mal habido. De modo que los anuncios del ministerio implican ampliar las posibilidades de la autoridad tributaria para solicitar al Poder Judicial el levantamiento del secreto bancario.

El levantamiento del secreto bancario sigue estando en manos de un poder independiente del país, que es el Poder Judicial. Y la administración tiene mecanismos más flexibles, que permiten investigar situaciones que se presumen dolosas, de subdeclaración, o casos similares. Es decir que hay una facilidad para que la justicia o la autoridad tributaria investiguen delitos o presuntos delitos, pero con sospechas fundamentadas.

Por lo tanto, el elemento central de la confidencialidad —que es lo que puede reclamar un depositante— sigue estando salvaguardado. La confianza en el Poder Judicial la debemos tener todos (los banqueros también). De modo que esas declaraciones parecen excesivas, o que puedan intentar defender otras cosas. No es lo que intenta defender Aebu ni lo que debe defender un secreto profesional sobre depósitos.

En cuanto a la tributación, es el mismo sentido. Para llegar a la justicia tributaria debemos ir dando pasos progresivos para que todos los uruguayos paguemos. Esa tiene que ser la máxima de la justicia tributaria. Tengamos nuestros activos donde estén, sea en Uruguay o fuera, los uruguayos debemos pagar impuestos. De modo que lo que se hace es, progresivamente, llegar a personas físicas que tienen capitales en el exterior, a quienes se va a gravar de la misma forma que a quienes lo tienen en el país.

Estas cosas, evidentemente deben ser progresivas. Es decir, pensamos que hay que dar más pasos respecto a las sociedades anónimas. Habrá un debate parlamentario donde haremos llegar nuestros puntos de vista, porque hay que ver las cosas con la gradualidad necesaria, pero siempre apuntando al objetivo final. En este caso, el objetivo final es que todos paguemos de acuerdo a lo que corresponde.

Políticamente puede ser un elemento muy importante para la captación de inversiones que Uruguay se inserte en los parámetros de los países serios del mundo. No que haga mandados, como se ha dicho por ahí, sino que se inserte con libertad y responsabilidad. Y que vaya adaptando la legislación a parámetros de transparencia universal. Que firme convenios de contralor tributario, y para evitar la doble tributación con distintos países. Naturalmente, todo esto tiene que ser manejado con prudencia y con gradualidad. Es decir, los cambios de situaciones legislativas, tributarias, hay que hacerlos con prudencia. Hay que preservar la estabilidad de la que el país ha gozado, la confianza que genera en propios y en extranjeros, en la región… No dudamos que las autoridades están teniendo en cuenta estas cosas.

De todas maneras, desde nuestro lugar vamos a seguir estos acontecimientos y a seguir aportando. Pero creemos que van en línea con estos principios que decíamos, como la plaza financiera seria, sin cobijar ningún tipo de delitos, equidad tributaria para que el país crezca, se desarrolle, con equidad y justicia social internas, como los trabajadores organizados buscamos en forma permanente.

MM – El gerente general de Citibank, Daniel Varese, plantea que la flexibilización del secreto bancario genera incertidumbre y cambia las reglas de juego. ¿Es así, o es que Uruguay toma distancia de su antiguo modelo de plaza financiera?

GP – Creo que Uruguay ya tomó distancia de un modelo de plaza financiera especulativa, con algunas medidas que se incluyeron en la reforma tributaria de 2006: la eliminación de las SAFI, el gravamen impositivo a la renta del capital, elementos que nunca habían estado en el país. El país ya comenzó a tomar distancia de ese modelo nefasto que se nos quiso imponer a partir de la dictadura militar y luego siguieron otros gobiernos. Uruguay no está en ese modelo, sino que se inserta en un modelo de país serio, abierto a recibir capitales con destinos productivos.

Uruguay brinda a los residentes y exporta servicios financieros, capta capitales en el país, en la región, en el mundo, pero no con el criterio de ser una plaza libre donde lleguen cualquier tipo de capitales, sino los que efectivamente al país le pueden dejar trabajo para los uruguayos. En ese camino hay que estar. Y no vemos que ninguna de estas medidas manejadas con prudencia y respaldo legal pueda poner en riesgo estas cosas. Si algún capital aislado se va porque no le convienen estas condiciones, entonces al país tampoco le conviene que ese capital esté. Entonces, es preferible que algún capital de ese tipo pueda sentirse tentado a irse, pero que podamos recibir aquellos otros capitales que el país puede utilizar en beneficio del desarrollo y el crecimiento de la economía.

De modo que no vemos riesgos ni que vaya a haber movimientos importantes en la plaza en torno a estos temas. Naturalmente, hay que manejarse con cautela, fundamentalmente con los convenios que se firmen en la región. Porque los pasos tienen que ser graduales, es preferible abrirse primero al mundo y analizar con más cautela y más tiempo las aperturas regionales.

 

Transcripción: Valentina Roldós