Compañeras, compañeros, amigos que nos están acompañando, representantes diplomáticos en el Uruguay, legisladores, autoridades nacionales y departamentales, organizaciones sociales de la cultura, compañeros de sindicatos fraternos, hermanados en el PIT-CNT:

Es un placer, realmente, que podamos estar celebrando un nuevo aniversario en este marco. Creo que hay muy poco para agregar, porque en este momento uno debería decir qué es Aebu y qué se está planteando hacia adelante. Y creo que con todo lo que pasó anteriormente, en estos minutos previos, estamos teniendo una muestra muy adecuada de qué es Aebu, qué se propone, como se vincula con el resto de la sociedad.

Ya desde los saludos hemos estado rodeados del afecto de distintas personas de distintas áreas del quehacer nacional, y de la compañía de organizaciones sindicales del mundo, de países con los que este año comenzamos a recorrer un camino más unido y sistemático, si se quiere, a partir de la integración de Aebu al movimiento de UNI Finanzas a nivel global.

Aebu está rodeada del afecto como el que nos dispensaron quienes son de nuestra casa y parte de este sindicato, como son los trabajadores de la caja. Pero también tenemos el afecto de los compañeros murgueros, a través de lo que se ha vuelto una costumbre —una sana y muy linda costumbre— de que nos estén acompañando. Además, tienen la gentileza de proporcionarnos los productos culturales de una actividad que viene en alza año a año.

Esto último que terminamos de ver, que es este nuevo proyecto de comunicación, va al corazón de lo que vendría a ser la Asociación de Bancarios, y se trata de tener efectivamente una política de comunicación muy fluida, no solo con los distintos sectores del gremio, sino también hacia afuera, con el conjunto de la sociedad. Los números que se daban nos indican que no estamos mal rumbeados, que las innovaciones tecnológicas nos van a permitir llegar en forma más adecuada, y que los planteos, las propuestas, los reclamos, las inquietudes —lo que Aebu tiene para trasmitirle al resto de la sociedad— puede llegar por vías más fluidas y eficientes.

Compañeros, recibimos una llamada antes de comenzar este día, y queremos trasmitirla, porque son de esas cosas que uno no se puede guardar. Fue una llamada muy de la casa, de un compañero que está con una dolencia, convaleciente, pero que sin duda estaría aquí. Es un compañero que ya está jubilado y sigue militando de la misma forma que lo hacía antes. Nosotros lo conocimos en el interior del país, en Paysandú, y si no estuviera aquí, estaría en Paysandú. Es el compañero Manso Vera, Walter Vera, a quienes todos conocemos por El Manso; es un luchador de toda la vida, ese imprescindible.

Hoy no puede estar con nosotros, porque se está recuperando de una enfermedad, pero nos quiso hacer llegar ese abrazo fraterno y compañero a través de una llamada y queríamos compartirlo. Es algo muy de la casa, pero son las cosas que le han dado vida a este gremio, a través de las seis décadas largas en que estamos implantados en el país.

Compañeros, desafíos, hay muchos. Creo que Aebu, lo que tiene que hacer es mirar para delante.

Tener el 5 de mayo muy próximo al 1 de mayo nos ahorra algunas cosas. Aebu comparte absolutamente el programa que fue expresado por nuestra central, tanto en la oratoria del acto de Avenida del Libertador como luego en la noche, en la cadena de radio y televisión. Aebu comparte que los trabajadores tenemos que luchar permanentemente por diseñar un país con más trabajo, que piense en sus propias riquezas, en desarrollarlas, hacerlas crecer, y en generar trabajo para sus hijos, trabajo en cantidad y calidad, para que nuestros hijos no piensen en su futuro fuera de nuestras tierras.

Compartimos esa concepción de un Estado que debe ser reformado. Somos reformistas y tranformadores en cuanto al Estado. Pensamos en un Estado que debe contribuir a la democratización y poner el foco en el desarrollo equitativo de la sociedad uruguaya. Debe ser testigo donde tiene que estar, productor donde tiene que serlo y brindador de servicios en aquellos lugares esenciales y estratégicos, donde nunca va a estar la iniciativa privada, porque no renta. Ese es el Estado que queremos: el que esté pensando fundamentalmente en la sociedad uruguaya, donde cada uruguayo utilice todos o una parte de esos servicios, pero donde todos contribuyan a que ese servicio sea el mejor, para que efectivamente todos gocemos de las posibilidades de un desarrollo equitativo, con educación, salud, seguridad y servicios adecuados a un país que quiere meterse en mejores esferas de desarrollo.

Y dentro de esta concepción —que compartimos con el conjunto de los  trabajadores— es que intentamos brindar nuestro modesto aporte en el área que nos toca actuar, que es el área financiera. No vamos a desarrollar ahora las ideas que permanentemente estamos impulsando, relacionadas con el impulso a los procesos de bancarización, como elemento dinamizador y democratizador del acceso al crédito de miles y miles de uruguayos que lo necesitan para trabajar y desarrollarse. El 98 o 99 % de las empresas que operan en Uruguay son pequeñas y medianas empresas, no grandes empresas. Y muchas veces, esos pequeños empresarios —que son trabajadores, muchas veces con ropaje de empresarios— no tienen cabida para la obtención de los recursos que les puedan permitir comprar esa máquina, ese vehículo, o alquilar el local para ponerse a trabajar y llevar adelante una iniciativa que al país le va a servir y a dar un sustento digno a su familia.

En estas cosas es que el sindicato tiene que pensar. En desarrollar profundamente sistemas que transparenten la economía, vinculando la realidad y la recaudación impositiva con la actividad bancaria. Muchas veces nos quejamos de los impuestos, pero siempre decimos que si todos pagamos, todos vamos a pagar menos. Y efectivamente, los instrumentos bancarios son los únicos e idóneos para poder llevar adelante un control eficiente de la recaudación tributaria.

Tenemos que pensar que los trabajadores puedan acceder también a esos instrumentos de financiamiento sin caer en aquellos elementos que muchas veces se aprovechan de la necesidad de ese trabajador para cobrarle los intereses más caros o exponerlo a las situaciones más indignas.  

Hay que desarrollar una tarea, y no solo nosotros, sino junto al Estado y los poderes públicos, a los que todo esto tiene que interesar. Y en este sentido es que estamos diseñando el lanzamiento de algunos proyectos, con mucha fuerza. Teníamos la intención de hacerlo hoy, pero no llegamos a tiempo. Nuestra Comisión Técnico-asesora (CTA) necesitaba algunas definiciones políticas que fueron tomadas hace pocos días en el Consejo Central. Lo haremos para que efectivamente estas cosas comiencen a ser realidad. Son proyectos que piensan en la democratización efectiva del servicio financiero, para darle a la población las herramientas necesarias y la forma de utilizarlas bien. Porque hay cosas que son buenas, y si las utilizamos mal, nos va a ir mal.

Junto a otros actores de la sociedad, como Defensa del Consumidor, BCU, y otros, Aebu puede generarle garantías, conocimiento de derechos, para que el usuario las aplique mejor. Y también tenemos que desarrollar nuestras herramientas de análisis. Venimos analizando el sistema de una forma sistemática, analizando los hechos a nivel global de la plaza y de cada una de las instituciones.

Siempre creimos que los trabajadores nos tenemos que adelantar a los acontecimientos; tenemos que ir por delante, para poder actuar cuando la mano viene mal, cuando se están torciendo las cosas. Tenemos que ser conscientes de lo que está pasando. En ese sentido, estamos desarrollando otro proyecto que con mucha modestia apunta a ser un Observatorio del Sistema Financiero, que incorpore otras variables que las que están hoy en plaza. Pretendemos tener un elemento serio de análisis, que conjugue la situación del sector, la satisfacción del cliente, las demandas de la sociedad y las condiciones laborales que se van procesando en el área financiera (en los bancos y en el resto de las empresas que realizan actividad financiera).

Confiamos en que estos dos proyectos van a ser de mucha utilidad no solo para Aebu sino para el movimiento sindical y para el debate del conjunto de la sociedad. Creemos que son las cosas que efectivamente podemos aportar a una sociedad que está francamente en avance, donde los trabajadores hemos asumido un protagonismo muy importante. Y nos podemos sentar en todas las ramas a discutir salarios y condiciones de trabajo —donde hay protección para la actividad sindical— y el trabajador puede pensar en forjar cultura a partir de su quehacer diario.

Por eso, compañeros, también estamos culminando los estudios de viabilidad  —porque queremos hacerlo con mucha certeza, para que los servicios al afiliado y a la sociedad los podamos brindar en las mejores condiciones— del proyecto que soñamos y que probablemente lo empecemos a concretar en los próximos meses: tener una segunda colonia de vacaciones en las termas de Daymán. No solo lo hacemos pensando en los compañeros bancarios, sino en las organizaciones amigas que se vinculan. Estas cosas son posibles si las medimos bien y las hacemos bien. Seguramente vamos a tener que hablar con nuestros trabajadores, con los trabajadores de Aebu, para que podamos dar estos pasos sobre seguro, porque también aquí el destinatario de nuestros servicios es el afiliado al sindicato, en primer lugar, y el resto del movimiento sindical y las organizaciones amigas, en segundo lugar. Tenemos que hacer que nuestros servicios sean de calidad y viables porque así nos vinculamos y nos relacionamos con el conjunto de la sociedad.

Compañeros, este es un camino que no termina nunca, que empezaron aquellos visionarios por el año 1942, cuando entendieron que los bancarios, a pesar de ser trabajadores de cuello duro como se decía en aquella época, tenían que iniciar un camino solidario y sindical. Este camino no termina sino que continúa, y esta es la invitación. Por eso, nuestro agradecimiento a todos. Gracias por estar hoy con nosotros. Los invitamos a seguir caminando juntos. ¡Viva Aebu! ¡Viva nuestro PIT-CNT!
 

Transcripción: Valentina Roldós