Hasta AEBU llegaron María Ángeles Michelena y Adriana Cabrera, ambas familiares de detenidos desaparecidos bancarios, con una carta de petición en la que planteaban esta solicitud. Pretenden que en el lugar no solo se instale una placa, sino que también plantean realizar una construcción histórica basada en el relato de quienes fueron presos políticos, en los objetos significativos que allí se encuentren y en el aporte de la sociedad que lo circunda.  Así lo explicaron al programa Camacuá y Reconquista, de nuestra radio on line.

Las entrevistadas explicaron que propusieron el CGIOR porque en el período de pre dictadura funcionaba un cuartel al cual «iban a parar casi todos los presos sindicales y de organizaciones sociales que estaban movilizados en contra del pachecato; período de endurecimiento de la situación política en nuestro país y antesala de la dictadura».

Al actual instituto de estudios posterciarios, dependiente del Ministerio de Defensa, fueron a parar muchísimos bancarios durante los largos años de la dictadura. Michelena y Cabrera explicaron que luego de ser ingresados al GCIOR eran llevados a otros sitios de detención, y si decidían liberarlos pasaban nuevamente por allí. «Nos pareció que era importante para el movimiento popular conocer esa parte de la historia que está invisibilizada, porque en general el relato prevalente es el de los dos demonios, en el que unos tomaron las armas y otros contestaron de igual manera, y se omite todo lo relacionado con la movilización popular de ese período, que fue relevante», reflexionaron.   

A su vez, las familiares de desaparecidos e integrantes de la Red pro Sitios de Memoria, reflexionaron sobre la importancia de mantener presente la historia. Sostuvieron que la construcción de la memoria «aporta al presente» y afirmaron que «los que no recordamos estamos condenados a repetir la historia». De esta manera, hacer visibles los hechos vinculados a la dictadura cívico-militar es «una forma de contribuir a la política actual».    

Finalmente calificaron de «pobre» la política actual existente en nuestro país en materia de memoria, de verdad y justicia, entre otras cosas por no existir acciones sostenidas en el tiempo en esa dirección. 

Que sea política

En diciembre del año pasado, el Senado dio media sanción al proyecto de ley que declara de interés general los sitios de la memoria. Además de habilitar la colocación de marcas en los lugares donde ocurrieron violaciones de los Derechos Humanos por parte del Estado, o actos de resistencia a la dictadura, la iniciativa establece la creación de una Comisión Nacional Honoraria de Sitios de la Memoria. Este órgano dependerá de la Institución Nacional de Derechos Humanos y estará integrado por representantes de la Red pro Sitios, del Ministerio de Educación y Cultura, la Universidad de la República, la Administración Nacional de Educación Pública y de las organizaciones sociales más representativas en la lucha por los derechos humanos. 

Tras la visita de Michelena y Cabrera a Radio Camacuá, tres representantes de nuestra casa sindical reflexionaron sobre la importancia de la petición recibida. El primero en hacerlo fue Milton Antognazza, ex secretario general de AEBU. Antes de remarcar el valor que tiene la iniciativa contó que estuvo detenido dos días en el CGIOR durante la huelga del 69, período en que señaló estaban «haciendo ejercicio para lo que después se vino».

Compartió la iniciativa de colocar marcas de la memoria y rechazó continuar con las «costumbres de gobiernos anteriores de cambiar el nombre de las calles. Prefiero los sitios de la memoria y no cambiar los nombres de las calles», enfatizó.

Seguidamente dio su testimonio nuestro actual secretario general, Fernando Gambera, quien remarcó que la firma de la petición no responde a una «decisión individual» sino que es «institucional», porque el sindicato tiene ya adoptada una «postura histórica sobre la construcción de la memoria». 

Finalmente se expresó Jorge Cafaro del CDA de Jubilados. Él también estuvo detenido en el CGIOR durante pocos días porque, fue detenido al sobre el final de la huelga posterior al golpe de Estado. Sostuvo que la propuesta de los familiares sirve para que «Verdad y Justicia no sea una frase fantástica, sino que será efectiva para que se cumpla con lo que se quiere». 

En cuanto a la interna del sindicato, indicó que existen temas que generan diferencias; sin embargo, este no. «No hay nadie dentro del sindicato que tenga dudas de que el tema verdad y justicia lo tenemos que hacer entre todos y en unidad», concluyó.

Escuchar la entrevista en Radio Camacuá