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Bancos, los primeros responsables de los desequilibrios de Caja Bancaria

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Bancos, los primeros responsables de los desequilibrios de Caja Bancaria

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Los desequilibrios que afectan a Caja Bancaria encuentran su principal origen en los bancos, quienes, mientras obtienen ganancias como nunca antes en historia del país, profundizan las tercerizaciones y se resisten a cumplir con el total de sus obligaciones de aportes patronales.

Mientras el cambio tecnológico avanza y el empleo en el sector bancario disminuye, los bancos niegan su responsabilidad, dejando en peligro la seguridad social y el modelo solidario de Caja Bancaria.

Recordemos que el informe elaborado por la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) indicó que “las proyecciones del régimen previsional administrado por la CJPB presentan una importante sensibilidad al contexto de empleo sectorial y al rendimiento de los aportes complementarios asignados”.

En un contexto donde el empleo en el sector se ha visto afectado por la pérdida de 2000 puestos de trabajo, resulta innegable la responsabilidad que recae sobre las instituciones bancarias.

Para prever la baja del empleo en el sector, la ley 18.396 de 2008 estableció medidas para asegurar la sostenibilidad de la Caja Bancaria, incluyendo la aplicación de 4/10.000 de Prestación Complementaria Patronal para los bancos. Sin embargo, durante 15 años, los bancos se beneficiaron con una tasa reducida de 2,5/10.000, mientras los trabajadores y jubilados cumplieron plenamente con sus contribuciones.

Ahora, cuando los bancos deberían cumplir con el total de sus aportes, alegan que no pueden hacerlo, a pesar de haber obtenido ganancias millonarias en medio de la pandemia, conflictos bélicos y sequías.

La Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) ha propagado falsedades al afirmar públicamente que la caída del empleo en el sector no es solo resultado del cambio tecnológico, sino también de la rigidez laboral y los costos elevados, desconectados del rendimiento.

Sin embargo, numerosos estudios demuestran el creciente reemplazo de empleos manuales y rutinarios por tecnología. Además, la expansión de los canales digitales y la eliminación de procesos físicos han contribuido a la reducción del empleo. Negar esta realidad es una afrenta a la verdad.

En cuanto a los "costos elevados" mencionados por la ABPU, es importante recordar que el mayor gasto salarial recae en los sectores directivos de las empresas, los cuales no están sujetos a laudos ni a ninguna forma de rigidez laboral.

Un dato relevante es que los 10 sueldos gerenciales más altos equivalen al costo anual de 450 trabajadores en la categoría de ingreso durante 2022. Esto demuestra que el argumento de los "costos elevados" y las supuestas "rigideces" del sistema es completamente falso.

La productividad de los trabajadores del sector financiero se ha cuadruplicado, mientras que los bancos privados han reducido su personal en un 25% en los últimos 10 años, funcionando con 1000 trabajadores menos.

Sin embargo, su negocio, en términos de créditos y depósitos, se ha duplicado. ¿Es razonable, entonces, que los bancos soliciten una flexibilización de los derechos laborales? Parece que no.

En conclusión, la posición de la ABPU se basa en argumentos falsos o tendenciosos, lo cual resulta preocupante. Aún más alarmante es la falta de voluntad que han demostrado para resolver seriamente la situación de la Caja Bancaria. Los bancos privados están aprovechando esta situación en su propio beneficio, aumentando aún más sus gigantescas ganancias.

Encontrar una solución para la Caja Bancaria implica necesariamente la aplicación total de la Prestación Complementaria Patronal, una medida que protegerá la seguridad social de los trabajadores frente al impacto de la tecnología en el empleo.

La actual inestabilidad de la Caja Bancaria es resultado de la falta de aplicación de la ley vigente por parte del Poder Ejecutivo, y de la resistencia de la patronal privada que, durante 15 años, estuvieron exentos de cumplir plenamente con su contribución.

La urgencia de resolver esta situación requiere una acción decisiva y responsable por parte de todos los actores involucrados, garantizando así la seguridad social de los trabajadores y jubilados del sector financiero.