Con una apertura a cargo de Ángelo di Cristo, jefe mundial de UNI Finanzas, y bajo la moderación de Guillermo Maffeo, director regional de UNI Américas Finanzas, se desarrolló el jueves 25 un foro virtual en defensa de la banca pública.

Los exponentes fueron nuestro compañero Gonzalo Pérez; Jorge Peña, secretario general de la Federación Trabajadores Bancarios y Afines de Perú (Fetbanf); Wagner Nascimento, coordinador de la Red Internacional del Banco do Brasil (Contraf-CUT), y Lucía Granados Picado, secretaria general del Sindicato Banco Central de Costa Rica.

Banca pública con historia centenaria

Pérez se refirió inicialmente a la construcción de un sólido sistema de bancos públicos en Uruguay, iniciada a partir de los primeros años del siglo XX al influjo de la política socialdemócrata de José Batlle y Ordóñez. El trabajo de sus continuadores logró consolidar a una banca oficial que llega a todos los rincones del país, genera confianza y satisface las necesidades de los uruguayos. En su repaso destacó que hoy el Banco de Seguros, con su monopolio de los accidentes de trabajo y con gran participación en el mercado abierto a la competencia por el resto de los seguros, tiene una participación del 40 %. El BHU también abarca el 40 % del mercado del crédito para la vivienda, aseveró.

Se extendió luego sobre su banco, el BROU, que «ha ganado la adhesión de los uruguayos, fundamentalmente después de la crisis financiera de 2002», en la que se constituyó en «un agente financiero que permitió subsanar las injusticias sociales existentes en el país y fomentar el crédito a las familias para atender la emergencia de aquel entonces».
 
Pérez expresó que el BROU tiene más del 40 % del mercado de créditos y que sus utilidades desde hace años superan a las de la banca privada en su conjunto. Destacó asimismo que «el 80 % de la rentabilidad de todos los bancos oficiales se vuelca al Tesoro Nacional, y esa rentabilidad se le devuelve a los ciudadanos con las diferentes prestaciones sociales que se les brindan». Por ello, «desde el punto de vista financiero los bancos oficiales uruguayos son un instrumento democratizador», algo que hace «fundamental la defensa de esta banca en momentos en que está cuestionada». 

El banco en casa

Uno de los aspectos más notorios entre los cambios producidos por la pandemia en el sistema financiero fue la expansión del teletrabajo, y «hay algunos elementos que vinieron para quedarse», considera nuestro secretario de Relaciones Internacionales. «Hoy tenemos una cantidad importante de compañeros que, como producto del confinamiento y de la emergencia sanitaria, están trabajando en sus casas y esta es una situación que ya se incluyó en la realidad del trabajo». Sobre este punto señaló el papel a jugar por los sindicatos en reclamo de «garantías para los trabajadores a los efectos de cubrirles los gastos de electricidad, la conectividad, el agua, la calefacción y también atender a su necesidad de escritorios».  Sobre lo ya avanzado en Uruguay en este sentido se refirió a una experiencia en el Banco de Seguros, a la cual se llegó mediante un acuerdo entre el sindicato y la institución. Por este convenio, en forma previa a que el trabajador ingrese en el sistema de teletrabajo, se registra la visita de un inspector «que verifica que las condiciones con que cuenta son correctas, a los efectos de realizar su tarea».

Y desde el lado de los usuarios, paralelamente, se han procesado cambios: «También como producto de las mismas circunstancias, la gente se ha volcado a utilizar los instrumentos informáticos ante la imposibilidad de atenderse personalmente. Han aumentado exponencialmente el uso de las tarjetas de débito y la acreditación en línea sin necesidad de ir a los bancos».  

Más adelante Pérez se refirió al tema que tiene hoy en preconflicto al sindicato con el gobierno, relacionado con el corte en el llenado de vacantes, que coincide además con el retiro en pocos años de toda una generación de bancarios oficiales. «Por ello estamos en una etapa de preconflicto. En estos momentos hay compañeros haciendo asambleas en los bancos y mañana va a haber una concentración frente a la casa central del Banco República. En la medida en que no ingrese personal a la banca oficial las consecuencias que van a haber serán el cierre de dependencias en todo el país, en poblaciones muy pequeñas. Esto va a conducir a una mala atención de la gente. Esas localidades que dan pérdidas al Banco República, por su función social deben mantenerse atendidas», sostuvo. 

Crédito para el empleo

El buen destino de los créditos y su vinculación con el trabajo fue otro de los aspectos del discurso de nuestro compañero. «Creo que una bandera que tenemos que levantar como trabajadores de la banca pública es la necesidad de asociar los créditos que se van a dar a las grandes empresas a la generación de empleos. Hoy tenemos una cantidad enorme de trabajadores en el seguro de paro, una cantidad enorme de trabajadores desempleados y por lo tanto los créditos de la banca oficial deberían estar condicionados a que se creen fuentes de trabajo y que no sean para cambiar el auto o la camioneta».

A raíz de la postergación del pago de cuotas de los créditos sociales e hipotecarios de los bancos oficiales durante los meses de junio, julio y agosto se ha despertado una incertidumbre en nuestra sociedad a la que el sindicato no es ajeno. «Esta es una medida que saludamos, pero sabemos que a los tres meses, cuando este plazo termine, nuevamente nos vamos a encontrar con gente que no va a tener la posibilidad de pagar sus créditos. Y ahí tiene que haber una atención especial del sistema oficial a los efectos de no dejar a un uruguayo fuera del sistema financiero». De lo contrario, «lo peor que puede pasar es que esa gente no solo pierda su trabajo, sino que se le hagan juicios a los efectos de cobrarles su propiedad o su vehículo», alertó.

La exposición de Pérez se centró luego en la defensa de los bancos públicos amenazados por las políticas del Gobierno. «Estamos en un proceso de lucha en defensa de la banca oficial y por el ingreso de personal a los bancos oficiales. A la derecha no le interesa desarrollar a la banca oficial que significa una defensa de los trabajadores y de los usuarios. No puede haber una lucha que no esté asociada a la realidad que hoy tenemos en el país, porque la crisis sanitaria inevitablemente ha derivado en una crisis social. Hoy tenemos miles de trabajadores que están en el seguro de desempleo, que no tienen ni encuentran trabajo. Por eso decimos que una de las alternativas que tenemos las sociedades para desarrollar el trabajo son los bancos públicos, porque no va a haber otro instrumento financiero si no es la banca oficial, la que lleve adelante la reconstrucción del crédito en el país. En ese sentido vuelvo a plantear la necesidad de que levantemos una bandera que es que, junto con los créditos que se le van a dar a las empresas, que haya un compromiso de reinstalación de los trabajadores hoy en seguro de paro». 

La marcada insuficiencia de las ayudas estatales a los desempleados también estuvo presente en las palabras de Gonzalo: «Otro tema que vamos a tener que atender es el de la renta básica, una reivindicación de todo el movimiento sindical a nivel mundial, y en Uruguay el gobierno se niega a recorrer ese camino». Con la responsabilidad de atender las necesidades populares hoy están cargando los sindicatos, explicó. «No solo somos solidarios internamente, sino también con nuestra sociedad. Hoy estamos desarrollando una olla popular en nuestro edificio central donde damos alimento a cerca de 400 vecinos que vienen a solicitar nuestra solidaridad. Por último quiero dar un saludo a nuestros compañeros del sistema financiero privado. Hoy tenemos cerca de 500 compañeros del sistema financiero privado en el seguro de desempleo y por lo tanto también allí está nuestro compromiso como sindicato de reinstalar a todos estos trabajadores que hoy estamos atendiendo con una canasta solidaria».