Este convenio es el fruto de una larga negociación dado que el anterior había vencido el 30 de setiembre de 2018, explicó Fabián Amorena, integrante de la Comisión Representativa de ese banco.

Los cambios efectuados en este nuevo acuerdo laboral —que vencerá el 31 de julio de 2022— responden a variantes en las condiciones de trabajo y a la introducción de nuevas tecnologías. Amorena detalló que se establecieron viáticos para un grupo de compañeros, y se precisó la forma de cubrir las ausencias de personal que se registren. También se avanzó en la solución de inequidades salariales entre trabajadores con horario reducido, mediante el establecimiento de tres franjas etarias con diferentes compensaciones para cada una.

Otro aspecto aprobado por la asamblea es el relacionado con la evaluación de desempeño. Para ello se creará una comisión bipartita de valoración de cargos y responsabilidades, encargada de analizar cada uno de los puestos de trabajo para juzgar la responsabilidad en cada cargo. 

Amorena expresó asimismo que se definieron cláusulas particulares para el caso de cinco sucursales que trabajan con su operativa centralizada en un back office y donde la forma de trabajo es diferente del resto. Esta modalidad queda abierta a futuros avances en ese modelo, señaló.

Como un concepto general que orienta la lógica de este convenio el dirigente expresó: «Teniendo en cuenta que los cambios tecnológicos que se generan en el mundo del trabajo son más rápidos de lo que uno puede prever, los trabajadores debemos seguir formándonos y estudiando, porque todos estos procesos están ligados no solo a nuevas formas de trabajo sino también al mantenimiento de condiciones laborales adecuadas».

Tras reafirmar la importancia de la negociación colectiva, que una vez más quedó confirmada con este convenio, Amorena consideró «muy importante lo que AEBU negoció en el consejo de salarios, referido a que todo cambio tecnológico debe ser conversado entre las partes».