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Mejor aplicar ley vigente antes que reformar Caja Bancaria

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Mejor aplicar ley vigente antes que reformar Caja Bancaria

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Dado el cada vez más notorio desplazamiento del trabajo humano por la introducción de tecnología, no es concebible un sistema jubilatorio sin un aporte compensatorio de las empresas.

Pablo Andrade, secretario de Finanzas de AEBU, fue entrevistado el miércoles 1 en el programa Buen día Uruguay de Canal 4 a propósito de la proyectada reforma jubilatoria y de la situación de Caja Bancaria.

Nuestro consejero se extendió especialmente en el tema de la sustitución del trabajo humano por la tecnología, un problema de carácter mundial cuyos efectos se sienten en nuestro país y que fue debidamente atendido en la reforma legal de Caja Bancaria en 2008. Sobre este punto sostuvo: «Caja Bancaria tiene en la ley actual una herramienta a la que primero tendríamos que apelar. Antes de discutir reformas o modificaciones tenemos que aplicar la ley vigente. En la ley 18 396 hay dos tipos de herramientas que la Caja Bancaria tendría que poder ejecutar. Una es la financiera. Si yo tengo una etapa en la cual voy a poder recuperarme económicamente, perfectamente me puedo financiar a cuenta del momento en el que voy a mejorar. Y pronto».

Más adelante señaló que el sindicato enfrenta «dos situaciones paralelas» —la de la reforma en general y el futuro de Caja Bancaria— unidas por una problemática común que consiste en la regresividad de la política impulsada por el Gobierno. «Somos muy críticos de esa reforma. Consideramos que es regresiva porque está provocando un aumento de la edad jubilatoria sin medir sus consecuencias en el mercado de trabajo. Todo lo que hablamos del cambio tecnológico no está medido en términos de cómo cambian los futuros puestos de trabajo». Se preguntó luego: «¿Cuánto empleo de verdad vamos a generar? ¿Podemos seguir aumentando la edad jubilatoria sin crear desempleo en las edades mayores y sin generarlo tampoco en las edades más jóvenes?»

De esta forma ingresó a un espacio poco y nada mencionado por los reformistas, quienes en general desconectan la materia jubilatoria del empleo del futuro. Para ello mencionó que «el desempleo juvenil es bastante grande» y señaló su consecuencia lógica: «Si seguimos estirando la permanencia en actividad de los trabajadores, por ejemplo en la administración pública, donde hay miles que continúan hasta los 65 años porque el Estado preserva sus puestos de trabajo, ¿cuál va a ser el impacto sobre la recuperación del empleo en el país?» 

Para Andrade estamos ante «una realidad objetiva», el hecho de que «la productividad en el sector industrial y en los servicios se ha multiplicado sin generar más horas de trabajo». Y a continuación lo demostró con ejemplos: «Hace diez, doce, quince años y más, la forestación presentaba una alta demanda de empleo de baja calidad. Concurrían a los montes trabajadores del más bajo nivel económico. Hoy todo eso está tecnificado y las cuadrillas de los montes casi han desaparecido. Lo mismo pasa en los servicios financieros y en el comercio, donde se generan empleos pero de menor calidad. Se sustituyen empleos que antes tenían una calidad media por una mucho más baja. No es lo mismo ser un vendedor en un comercio que ser despachador en un pick up, adonde la gente solamente va a buscar la compra. Acá había comisiones por ventas que ahora desaparecen, es decir que uno puede decir 'mantengo la cantidad de puestos de trabajo' pero estos son de menor calidad y menores ingresos». Por lo tanto, entendió que no se puede «seguir apostando a que la seguridad social se sostenga sobre la base del aporte por puestos de trabajo», sino que las empresas deben aportar a la seguridad social de acuerdo con el flujo de sus negocios que se ven aumentados por el aumento continuo de la productividad por sustitución de mano de obra. Esta es precisamente la llave de una nueva forma de encarar la seguridad social que inauguró Caja Bancaria en 2008 con la Prestación Complementaria Patronal (PCP). Una solución que tanto AEBU como el PIT-CNT impulsan para compensar los efectos de los cambios tecnológicos.