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Desafíos con historia

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Desafíos con historia

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AEBU lleva cumplidos 79 años. En este transcurso atravesó siglos, acumuló experiencia, creció en fuerza y afiliación y abarcó todo el sistema financiero.

Un aniversario es una instancia que nos reúne, desde la memoria, con un conjunto variado de experiencias y vivencias que han ido moldeando nuestro carácter, nuestra perspectiva y nuestras definiciones. es un momento de festejo, de recuerdos y de afinar rumbos.

Es así que este 5 de mayo —fecha en la que AEBU recuerda su fundación en aquel Uruguay lejano de 1942— se reafirma como elemento determinante de nuestra permanencia la capacidad de cambio y de adecuación a nuevas realidades, sin nunca olvidar la preservación de los principios que nos dieron nacimiento.

Nuestra historia transcurrió con grandes cambios: la superación de la Segunda Guerra Mundial y la construcción del nuevo orden económico internacional; la crisis del Uruguay y las luchas contra las políticas económicas neoliberales; el enfrentamiento al avance totalitario hasta la consolidación de la dictadura; la resistencia que mantuvo encendida la llama de la esperanza; la reconstrucción democrática y el resurgimiento de las organizaciones sociales y políticas. Luego, hacia el final de siglo y hasta la crisis del 2002 vivimos el avance neoliberal, y desde allí, nuevamente, vuelta a reconstruir. Fueron historias del Uruguay que encontraron a AEBU como actor comprometido con los trabajadores e impulsor de soluciones para el país y su gente.

Tiempos de profundas transformaciones en el campo del trabajo: desde aquella banca de presencia cercana y gestión en fichas y sumadoras a los tiempos de la virtualidad y algoritmos. De aquellos bancos nacionales y oligopólicos a una pequeña banca transnacionalizada. De las grandes redes que ocupaban todo el territorio nacional al mundo de las finanzas instaladas en los hogares y las fintech traspasando las regulaciones. Concentraciones bancarias con diversificación de mercados financieros y emergencia de diversidad de actores y vendedores de servicios financieros. Procesos ante los cuales el sindicato supo evolucionar, incorporar a todos los trabajadores de la actividad financiera, negociar reestructuras y achicamientos, y defender los puestos de trabajo como prioridad absoluta. Y también formular nuevas estrategias frente a los cambios, para que los derechos e intereses de los trabajadores fueran preservados.

En medio de estos procesos trascendentes debimos defender la banca pública frente a los constantes embates de quienes la utilizaban para generarse beneficios, o de aquellos que buscaban debilitarla ante la competencia privada.  Enfrentamos profundas reestructuras operadas en el sistema, situaciones que nos condujeron  a importantes luchas y conflictos para preservar los puestos de trabajo y las condiciones de vida de nuestros compañeros. Simultáneamente construimos organización sindical en toda la actividad financiera y derrotamos la prepotencia y la persecución de las patronales abusivas.  

Protegimos también a la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias frente al impacto de los procesos de reestructura, sin abandonar los objetivos de justicia y eficiencia en su gestión. Impulsamos nuevos derechos y defensas, en las cuestiones de género y aspectos de la nueva agenda de derechos. Asimismo llevamos adelante plebiscitos en defensa de las empresas públicas y los derechos humanos.

En cada una de estas luchas el sindicato desarrolló su capacidad de adecuación a los cambios, asumió los nuevos desafíos y construyó alternativas. Con denuncias y propuestas; con debate y movilización.

Por eso, y como resultado de un largo proceso de 79 años, hoy podemos enfrentar —en condiciones excepcionales— este tiempo desafiante para todo nuestro pueblo y muy especialmente para los trabajadores. Plantarnos ante la crisis económica que han generado la pandemia y el Gobierno. Cuidar a cada trabajador en su empleo y su calidad de vida. Defender las libertades sindicales y de expresión al impulsar la derogación de 135 artículos de la LUC. Expandir la solidaridad para atender a los uruguayos más vulnerables con el apoyo firme de las alternativas de subsistencia. Y todo el tiempo bregando por la verdadera protección que merece cada trabajador, que es el empleo, al igual que la defensa de la salud y la vida.

Este es entonces un aniversario muy especial, que nos entrega desde nuestra historia la fuerza de la unidad, la solidaridad y la lucha como sostenes para seguir construyendo un futuro mejor para todos los trabajadores. A celebrarlo, compañeros, por esta vez de forma íntima, privados de hacerlo en camaradería y en nuestra sede, pero con igual ánimo festivo. Ya vendrá el tiempo de abrazarnos.