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Aniversario de Caja Bancaria está unido indisolublemente al recuerdo de sus fundadores

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Aniversario de Caja Bancaria está unido indisolublemente al recuerdo de sus fundadores

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MANUEL MÉNDEZ – Mañana la Caja Bancaria cumple 85 años, en una etapa que la encuentra en plena recuperación económica, con crecimiento de su afiliación y analizando cambios en su gestión para adaptarla a los nuevos tiempos. Y 85 años no es poco…

 

ROLI GIRALDI – No es poco. A nosotros nos es imposible no referirnos a la celebración del 85 aniversario de la Caja Bancaria, como sindicato de trabajadores de la actividad financiera y como integrantes del colectivo de trabajadores y trabajadoras que ya no estamos en la vida laboral activa. Es una celebración que nos vincula a la más rica historia de nuestro sindicato y a todo el gremio. Se refiere a la gesta de aquellos visionarios, que ante el desamparo legal para la cobertura de la seguridad social de los trabajadores de la actividad financiera tuvieron la claridad y el empuje de construir un sistema de seguridad social basado en la solidaridad, donde la dignidad y suficiencia de sus prestaciones fueran un rasgo distintivo.

Como hay hijos, nietos y biznietos de estos prohombres —porque hablamos del año 1925— me gustaría dar nombres; fueron muchos, pero entre ellos está don Juan Gorlero, su primer presidente; José Chiappara; Raúl Danell y Félix Prieto, el autor del anteproyecto. Eran todos bancarios del sector privado. El sector privado no contaba con cobertura de seguridad social. La ley daba la opción de la nueva caja a los bancarios oficiales, o la posibilidad de seguir en la civil. Fue recién en 1935 que se hizo obligatoria la afiliación a la Caja Bancaria.

Este proyecto marcó algo importantísimo, y se basó en un criterio de solidaridad intergeneracional, reparto, equidad y autonomía, mediante dirección tripartita, financiación bipartita y administración privada de sus recursos. La dirección tripartita contó con representación de los trabajadores. Hace pocos días estuvimos festejando los 68 años de la creación del sindicato bancario, que fue algo que le dio un respaldo mucho mayor. Se trata de un sindicato organizado, del que nos sentimos sumamente orgullosos. Abarca la actividad privada, la oficial, y también a los jubilados y pensionistas. El movimiento sindical uruguayo tiene una central única, y nosotros somos partícipes de todo eso. A parir de allí se le dio mayor jerarquía a la caja.

Entonces, la Caja Bancaria, creada en los albores del siglo pasado, recogió desde sus inicios valores fundamentales que hoy vemos consagrados a nivel de la seguridad social en general, como la gestión tripartita en las otras instituciones. El BPS hace poco tiempo celebró los 17 años de la participación de los trabajadores en su directorio. Son unos cuantos años ya, y realmente, se nota el cambio. Y no solo por el cambio de una gestión de gobierno al nivel nacional, sino que al estar los trabajadores representados en el BPS, las cosas cambiaron mucho. Y nosotros nos sentimos contentos de que esté sucediendo así.

Hay una responsabilidad, que para este gremio no ha sido un mero aspecto formal, y menos aún, declarativo. Asumimos sin complejos y sin eludir el bulto las dificultades y compromisos que estaban implicados. Nosotros somos partícipes de lo que estaba sucediendo en la cocina de la Caja Bancaria, y estamos ahí peleando por cada una de las cosas. «Nada podemos esperar sino de nosotros mismos», decía nuestro prócer José Gervasio Artigas, y asumimos ese mandato histórico en la difícil instancia que atravesó nuestro colectivo y la Caja Bancaria.

MM – Durante la crisis de 2002 Aebu se constituyó en uno de los soportes de las prestaciones de la caja…

RG - Cuando en el año 2002 se vivió la más brutal crisis financiera de la historia del país —originada en aquellos sueños ridículos del Uruguay como plaza financiera y de la euforia neoliberal de la desregulación, cuando muchos cambiaban el auto y compraban artículos eléctricos y del hogar, y los trabajadores que se iban quedando sin empleo vendían esos artículos para poder comer— esa situación nos puso ante el desafío de tener miles de compañeras y compañeros sin trabajo. El sindicato logró construir entonces la cobertura para el desempleo, a partir del aporte de cada uno de los que estamos vinculados a la actividad bancaria, porque si bien los primeros meses se consiguió una extensión para el seguro de paro y el seguro de desempleo, durante más de cinco años fue nuestro colectivo el que bancó todo eso.

Logramos encauzar una de las profundas crisis sociales con una vía de salida institucional, algo que nos permitió, entre otras cosas, llegar a la realidad actual de un sistema financiero sólido y estable, y a la recuperación de una parte importante de los puestos de trabajo; pero todavía quedan compañeros desocupados, como las compañeras de Riloman.

En 2004, como fruto de la omisión de dos décadas y 20 años de las diferentes administraciones de gobierno, la caja ingresaba en una situación crítica. Los jubilados y pensionistas bancarios decidimos realizar un aporte extraordinario. En un hecho inédito en nuestro país, los pasivos continuamos realizando aportes luego de jubilados, para equilibrar la situación económica y financiera de la caja y viabilizar un proceso que en 2008 culminó con la reforma de nuestro instituto de previsión social, a partir de la Ley 18.396.

Lo que nosotros hicimos en 2004 fue sostener una situación porque sabíamos que tal vez podríamos tener otros oídos ante los planteos que veníamos haciendo desde 1987, cuando la caja retomó su conducción después de la dictadura. Esto no solo supuso una conquista para nuestro colectivo, sino para la seguridad social del país y para la sociedad toda. Esa salida permitió superar una crisis, que de haber estallado, le hubiese costado a la sociedad uruguaya más de 100 millones de dólares anuales por mucho tiempo. Al mismo tiempo, se consolidó el mantenimiento de un sistema de solidaridad y reparto intergeneracional, con certeza y suficiencia en sus prestaciones, permitiendo a más de 6000 trabajadores salir del sistema individualista y de lucro de las AFAP, del que la vida hoy está demostrando sus falencias, con la reducción de las prestaciones de los trabajadores.

Vaya entonces si hay motivos para celebrar. Se ha cumplido el primer año de aplicación de la nueva ley. Los resultados muestran el acierto de los criterios fundamentales de la reforma implementada, pudiendo en este primer año abatir el déficit constante que insumieron las reservas del instituto, sin haber suprimido ningún derecho para los trabajadores. En estos días se han conocido dos sentencias de la Suprema Corte de Justicia ante impugnaciones realizadas por empresas y personal jerárquico, contra la Ley 18.396, y se ratifica la validez jurídica de todas las medidas contenidas en la ley. Específicamente, se señala la pertinencia de la incorporación de empresas que realizan el mismo tipo de actividad que las previamente comprendidas en el régimen de Caja Bancaria.

La racionalidad de las fuentes de financiamiento establecidas, así como su entrada en vigencia, no afectó derecho adquirido alguno de los trabajadores. Nos sentimos con total derecho a celebrar, a partir de que a la hora de buscar soluciones nos autoimpusimos estar en el primer lugar de los esfuerzos y contribuciones que permitieran llegar a esta solución. Por eso, este nuevo aniversario no solo nos convoca a la historia, sino fundamentalmente al futuro, que seguirá desafiándonos en forma permanente. Desafíos que vienen de afuera y desafíos propios para quienes tenemos que ver con la vida de la Caja Bancaria.

MM - ¿Y qué futuro se visualiza para la caja tras los cambios legislativos producidos y superadas ya las urgencias económicas?

RG - Felizmente, hoy el Uruguay vive una realidad muy distinta a la anterior a 2005, con una importante recuperación del empleo, del salario real, y por ende, de las pasividades. Es una realidad en que con mesura, responsabilidad e inteligencia, se ha podido avanzar en el campo de las relaciones laborales, la salud, la educación, y también en la situación económica en general. Uruguay está en un mundo globalizado y no es una isla, que pueda pensarse independientemente de los temblores y turbulencias de la situación económica y financiera mundial. Pero realmente, hemos sabido mantener a flote un montón de cosas, tal vez con algunos golpes en la economía de nuestro país.

Hoy tenemos una base más sólida y estable para encarar todos los problemas, y no podemos eludir las responsabilidades de la realidad cotidiana. Celebrar este 85 aniversario es también comprometernos con el proceso de cambio que hoy está desarrollando la Caja Bancaria en su modelo de gestión.

Nosotros teníamos un modelo que era la previsión social. Se pagaban jubilaciones y pensiones. Hoy, al integrar a toda esa masa de trabajadores, se transforma a la caja en un prestador de seguridad social, que incluye seguro de salud, de desempleo, y un montón de cosas más que son importantes.

Luego de más de 15 años de agonía, la caja sigue siendo un instituto del que sentimos orgullo de ser parte. Es un compromiso que comienza con las autoridades de la caja y cada uno de sus funcionarios, y por todos quienes estamos afiliados a ella. Es un compromiso que se vincula con el desarrollo y la consolidación de la herramienta sindical en toda la actividad financiera. Tenemos que seguir trabajando para llegar a esos 6300 trabajadores, para que se afilien a nuestro sindicato y vean que lo que nos han enseñado a nosotros quienes iniciaron todo esto del sindicalismo, es que el trabajador no está a sola firma en esta historia, sino que tiene la garantía solidaria de todos los trabajadores. Puede haber quienes trabajen por su cuenta, y está bien. Pero los trabajadores tenemos que reunirnos en sindicatos para poder defender las conquistas que tenemos y pelear por nuevas conquistas.

Este nuevo aniversario nos encuentra mirando al futuro con optimismo y responsabilidad, sabiendo que la realidad se construye día a día, y que siempre habrá tropiezos y dificultades. Pero que en tanto exista esta maravillosa herramienta colectiva que es la Asociación de Bancarios del Uruguay, los podremos enfrentar y superar. Salud a la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias. Feliz aniversario.

MM – Un saludo a los directores y a los empleados de la caja por el aniversario de mañana, y también a los jubilados y pensionistas de Aebu.

 

Transcripción: Valentina Roldós