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Solidaridad en la frontera norte

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Solidaridad en la frontera norte

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Comprometido con los pobladores necesitados de Bella Unión, un militante de AEBU llevó la solidaridad a las puertas de sus casas.

Es conocida la precaria situación de Bella Unión, siempre sometida a los vaivenes de un escaso número de fuentes de trabajo. Allí, en la sucursal de Bandes, se desempeña Fernando Benítez, quien no fue ajeno a la situación social de muchos vecinos carenciados ni tampoco olvidó los recursos con que cuenta nuestro sindicato, dada su presencia en todo el país. Por ello se comunicó con el presidente de la Seccional Artigas y –en conjunción con la Intendencia local—logró canalizar apoyo alimentario para atender a las necesidades más urgentes de su ciudad.

Entrevistado por Radio Camacuá Benítez explicó que Bella Unión «siempre fue una ciudad bastante olvidada, dependiente de ALUR y del turismo argentino y sobre todo brasileño». Parado sobre esa realidad, en vista de la existencia de situaciones de extrema pobreza y con ánimo de realizar actividades solidarias, decidió tomar contacto con Christian Ibarra, el presidente de la seccional Artigas. «Lo que nos alentó fue, más que nada, el tratar de descentralizar lo que en Artigas capital ya se hacía. Se juntaban canastas y se hacía ese tipo de acción solidaria. [Por ello] los compañeros de Bella Unión hablamos con Christian —el presidente de la Seccional Artigas— para descentralizar el trabajo y llegar a otras ciudades que también lo necesitan, inclusive más que Artigas, para poder estar presentes como AEBU en la mayoría del país. No solo en las capitales, sino también en ciudades chicas que lo precisan mucho más a veces». 

Explicó Benítez: «Esta ayuda se implementó a partir de la asistencia social de la Intendencia, que nos dio una mano muy grande, porque nos pasó la lista de la gente que realmente más lo necesitaba. La entrega la hice en persona con gente del municipio que nos acompañó, porque las direcciones eran muy difíciles de encontrar y las casas eran muy necesitadas, muchas sin puertas, otras sin ventanas, gente que se podía ver in situ que necesitaba ayuda». 

Escuchó las historias «a veces realmente desgarradoras de personas que ganan 1700 pesos por mes y tienen que vivir con eso». Fue testigo de «situaciones difíciles» y «más de una persona se emocionó hasta el llanto porque realmente estaban pasando por una situación de hambre». Le quedó la sensación de «no poder alcanzar a todos los lugares», pero también la conformidad de por lo menos haber atendido a los más necesitados y de sentir «la seguridad de que llegamos a esa gente».  
 
Fernando Benítez es oriundo de Salto y comenzó su vida laboral en Paraguay. A fines de 2009 comenzó a trabajar en ACAC y lo hizo hasta 2016 cuando, persecución antisindical mediante, fue enviado al seguro de paro junto con casi todos los militantes de AEBU y posteriormente engrosó las filas de los desempleados, de manera que pasó a la bolsa de trabajo de AEBU. 

Transitó luego por un período de incertidumbre, siempre respaldado por el sindicato, hasta que gracias a las gestiones sindicales pudo ingresar a la sucursal Bella Unión de Bandes donde ahora se desempeña.