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La primera solidaridad es con nuestros compañeros

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La primera solidaridad es con nuestros compañeros

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La detención de la actividad económica desde la declaración de emergencia sanitaria provocó el ingreso al seguro de paro de muchos compañeros a los que estamos apoyando desde el primer día con una canasta solidaria. Así lo informan el presidente del Consejo de Sector Financiero Privado José Iglesias y la consejera Anahí Vicario.
 

¿A quiénes abarca la canasta solidaria?

Anahí Vicario: Este apoyo es para todos aquellos que ingresan al seguro, por la negociación colectiva, es decir cuando este se realiza en el marco de la negociación del Consejo y la Comisión Representativa con cada empresa. El mecanismo por el que optamos permite que lleguemos a todo el país mediante un acuerdo con una cadena de supermercados con red en el interior. Donde no está esta cadena igualmente les llega la canasta a los compañeros.

¿Esto es una iniciativa nueva?

José Iglesias: No en absoluto. AEBU tiene una larga historia de solidaridad con sus afiliados cuando están en momentos difíciles. AEBU es AEBU por la solidaridad. Los más veteranos nos cuentan que los compañeros destituidos de la huelga del 1969 recibieron el apoyo del colectivo por muchos años. En la historia más reciente, durante la salida a la democracia y en los 90, cuando bancos internacionales se retiraron de la plaza sin más trámite, como el Eurobanco, el Do Brasil y varias casas bancarias, y los bancarios no teníamos seguro de paro —eso fue hasta el 2002— la solidaridad del sindicato fue lo que les permitió sostenerse.

¿Cómo se organiza la solidaridad?      

José Iglesias: Como las crisis del sistema financiero eran cíclicas y reinsertar a los compañeros llevaba su tiempo, se conformó un fondo solidario exclusivo para este fin con un aporte extraordinario de un 0.20 % de la cuota sindical, para apoyar a los compañeros desocupados en las necesidades básicas, de las coberturas de salud y también poder capacitarlos para insertarlos nuevamente en el sistema. De este fondo participan desde antes del 2002 los compañeros de los bancos, transportadoras, compañías de seguro, cooperativas, AFAP, procesadoras de tarjetas, OCA. Este fondo solidario ha permitido ayudar a muchos compañeros que han vivido el desempleo por un tiempo y luego reinsertarse, como así también apoyar el ingreso a clases de los compañeros que tienen menores ingresos, como es el programa Mochilas Solidarias.

¿A cuántos compañeros están ayudando y por cuánto tiempo?

Anahí Vicario: Hasta el 30 de mayo hemos entregado 1043 canastas solidarias a 817 compañeros, que corresponden a 23 empresas. Tenemos que aclarar que en estos números hay compañeros que han estado en el seguro en más de una oportunidad y muchos no tuvieron acceso al subsidio, porque tenían otro ingreso que los inhabilitaba al subsidio. El impacto de la crisis es muy importante y está afectando a todo el sistema. Igualmente se definió que el apoyo sea por los meses de abril, mayo, junio y julio; luego el Consejo Financiero Privado hará una evaluación de la situación. El trabajo de las comisiones representativas ha sido fundamental para llegar con la canasta a todos los afectados; ellas son quienes hacen el trabajo fundamental de relevar los datos de cada compañero al que debemos apoyar, estén en Montevideo o en Bella Unión.

¿Qué reflexión hacen ustedes de todo este proceso?

José Iglesias: Lo primero es que, como decíamos al inicio, AEBU es AEBU por la solidaridad, esta es parte de su identidad y de su historia. Por tanto esta iniciativa es una página más de la rica historia de AEBU.

Lo segundo es que la solidaridad es con nuestros afiliados. Siempre defendemos primero a nuestros compañeros. Y en el marco de esta situación de crisis laboral por la que está pasando el Uruguay extendemos nuestros brazos solidarios a los compañeros afiliados al sindicato que hoy están pasando por el seguro de desempleo.

Lo tercero es que la solidaridad es un proceso que nunca termina, se siembra y nace en los momentos más difíciles. Y no nace porque sí; en nuestra memoria colectiva está la solidaridad del sindicato en las difíciles, lo que ella significa en la defensa de los compañeros. Las canastas son el resultado de la memoria colectiva. Y ojalá sean en el futuro parte de la memoria que nos siga impulsando como sindicato solidario, que es lo que somos.