Analizado el tema ayer por el consejo del sector oficial, este órgano entendió que la medida debe ser el principio de una movilización destinada a solucionar dos situaciones actualmente planteadas. 

La primera se relaciona con los trabajadores provenientes de Bandes quienes fueron ingresados al escalafón de servicios a pesar de su calidad de administrativos, algo que el sindicato todavía no ha podido revertir. Estos funcionarios han visto su carrera topeada en el Banco Central, porque llegados a cierto punto no tienen más oportunidades de mejora. «Se han buscado decenas de posibilidades para llegar a una solución y el banco se ha encaprichado en decir que no», expresó el consejero del sector oficial Gonzalo Pérez.
 
El otro tema a discutir está vinculado con una resolución adoptada por el directorio del BCU sobre las licencias sociales especiales. El banco posee una reglamentación de las licencias destinada a contemplar a los funcionarios que atraviesan situaciones complejas. Se trata de casos como la enfermedad repentina de un hijo con internación en un CTI o el accidente de otro familiar directo, y se habilita solo para atender estos problemas, explicó Pérez. «Hablo de situaciones muy graves, no de una gripe. La aplicación de esa reglamentación —que hasta hace poco tiempo había contemplado las situaciones de algunos funcionarios— fue cambiada abruptamente por el directorio. Esta decisión unilateral implicó para un conjunto de trabajadores que habían gozado de la licencia social la contabilización de la mitad de los días utilizados como licencia ordinaria, con los perjuicios consiguientes», expresó el dirigente.
 
La asamblea diseñará los lineamientos de la movilización futura, que deberán ser luego ratificados por el Consejo del Sector Financiero Oficial, agregó Pérez. A la vez, en la instancia del mañana deberá ratificar el paro resuelto para el jueves por este órgano.