Allí, los representantes de la institución presentaron números que demuestran que la iniciativa oficialista tendrá efectos negativos sobre los equilibrios fiscales de la caja y sobre las prestaciones que se brindan.

La delegación de la Caja que concurrió al Parlamento estaba integrada por el presidente, Ángel Mingroni; el representante de las instituciones afiliadas oficiales, Roberto Borrelli; el representante de los trabajadores activos, Luis Eduardo Larralde; el Gerente General, Álvaro Mato; y representantes de la administración de la Caja. La exposición ante los legisladores fue realizada por los dos asesores del Consejo Honorario: Julio Pose y Luis Camacho.

Eduardo Larralde comentó a Camacuá Diario que la exposición se centró en ilustrar a los legisladores cuáles serían los impactos de la aplicación del régimen propuesto en el proyecto de reforma del Poder Ejecutivo sobre la Caja Bancaria.

El consejero resaltó que tanto esta comparecencia como las anteriores a las que fue convocada durante la etapa de discusión de la CESS, la Caja ha planteado posiciones por unanimidad de sus miembros en el Consejo.

“Se presentó un profuso material técnico” ante los legisladores, señaló Larralde. La exposición realizada este miércoles comenzó abarcando aspectos generales de la Caja Bancaria, incluyendo la reforma realizada en el año 2008. Posteriormente presentaron números respecto a los impactos que tendría la reforma en las jubilaciones que actualmente brinda el instituto, cuánto sería el costo de transición al nuevo régimen, y cómo impactaría el régimen propuesto en el equilibro fiscal de la Caja.

Los informes presentados señalan que la actual propuesta del gobierno significará una reducción de 37% a 63% en las futuras jubilaciones para quienes se retiren con 30 años de actividad a los 65 años; y una merma de 35% y 57% para quienes lo hagan con 35 años de actividad.

Respecto a los costos de transición, estos están asociados a que durante el pasaje de un régimen a otro “hay gente que deja de aportar, o pasa a aportar a otro lado, pero al mismo tiempo hay jubilados a los que hay que seguir pagando. Estos costos de transición entre un régimen y otro son normalmente asumidos por el Estado”, explicó Larralde.

Los informes señalan que los costos de transición serían de aproximadamente 19.000 millones de dólares a 100 años.

Por último, Larralde consideró que con el régimen actual la Caja Bancaria se encuentra sobre capitalizada en el largo plazo, situación que cambiaría si se aplicase la actual reforma.